sábado, noviembre 06, 2010

Primera Constitución Política a propósito del Día de la Constitución Dominicana


Hoy hace 166 años de nuestra primera Constitución Política. Hoy nuestro país debería de encontrarse en total y absoluta celebración y conmemoración. Sin embargo, hoy son pocos los que recuerdan la fecha y menos aún los que recuerdan y conocen sus orígenes.
Siempre he entendido que deberíamos de imitar –ya que somos tan buenos y eficientes en esa materia-, los ejemplos de otros países en donde estas celebraciones son conmemoradas durante semanas de antelación con actos y competencias en los distintos centros de estudios.
"Sólo conociendo el pasado podemos comprender el presente"
Recordemos aquella frase de Napoleón Bonaparte: “Aquel que no conoce su historia está condenado a repetirla”.
Durante todo el día procuraré –en completo disgusto-, de ver y leer las noticias locales, con la esperanza de encontrar algo distinto a lo de siempre: un grupito de politiquitos que se acercan al Panteón Nacional a llevar flores y tratar de conseguir sus cinco minutos de fama.
Creo que no tenemos calidad de quejarnos de nuestras instituciones. Somos los únicos responsables de nuestro presente y futuro. Si las cosas hoy marchan hacia el derrotero, es porque en esa misma dirección vamos la mayoría. Y esa mayoría es la que elige los representantes electivos a través del voto o que se dejan inducir por los supuestos grupos u organizaciones sociales o la supuesta "sociedad civil".

Ahora, continuando con nuestra nota, el 14 de julio de 1844, la Junta Central Gubernativa produjo el decreto que hizo la convocatoria para la conformación del Congreso Constituyente que daría a la República Dominicana su primera Constitución Política. También éste estableció la forma de elección de los constituyentes y el mecanismo bajo el cual se redactaría y promulgaría la Ley Constitucional.
El referido decreto dispuso una elección directa de los diputados que formarían la Asamblea Constituyente que debía reunirse en San Cristóbal el 20 de septiembre de 1844, especificando que entre el 20 y 30 de agosto todos los dominicanos mayores de 21 años y en ejercicio de sus derechos civiles y políticos -entendemos que esos derechos hacían referencia a los establecidos en la Constitución Haitiana del 1843, ya que no había texto legal dominicano que los consagrara-, debían reunirse en cada comunidad, a convocatoria de los Corregidores Municipales, para seleccionar tales constituyentes. Para poder votar, se requería poseer a los menos una de estas cualidades: ser propietario de bienes urbanos o rurales; ser empleado público u oficial militar; ejercer alguna industria sujeta a patente; o ser arrendatario de una propiedad rural.
Con los anteriores requisitos quedó consagrado el sufragio censario en la República Dominicana, método bajo el cual el voto era restringido a los poseedores de alguna fortuna o cargo gubernamental, negando así a una gran cantidad de personas el derecho a participar en la selección de quienes les darían su Constitución, método eleccionario usual en la época y que se utilizaría también en el país para las elecciones del Presidente y el Congreso. Fue la manera de conservar el poder político en manos de la plutocracia.
Los diputados constituyentes serían 32, repartidos de la siguiente forma: cuatro para la comunidad de Santo Domingo; tres para la de Santiago, tres para El Seybo, dos para Azua, dos para La Vega y uno para las demás. Entre las comunidades que se indicaban en el Decreto para enviar diputados, estaban cinco que se encontraban en poder de los haitianos, las que eran Bánica, Las Caobas, Hincha, San Miguel y San Rafael, donde no se pudieron celebrar las elecciones, por lo que la Constituyente, una vez reunida y por Decreto del 8 de octubre, procedió a designar esos representantes.
Para ser constituyente se requirió ser mayor de 25 años, ser hombre de “reconocido patriotismo”, poseer bienes rurales o urbanos, saber leer y escribir y estar domiciliado en la comunidad que lo elegía. No podían ser constituyentes los miembros del gobierno provisional, ni los oficiales superiores de las fuerzas militares, ni los comandantes de Departamento, Distrito o Plaza. Así se aseguraba también que la Constitución consagraba la hegemonía de la burguesía y de los terratenientes, pues quienes la redactaran tenían que provenir, necesariamente, de esas dos clases sociales.
Las elecciones se celebraron como estaba convenido, resultando electos los primeros constituyentes dominicanos. De entre ellos ocho fueron sacerdotes, cuatro habían sido miembros de la Asamblea Constituyente Haitiana que el año anterior había votado la Constitución del 1843 y otro, Vicente Mancebo, había sido Diputado Provisional de Santo Domingo en 1820 bajo la Constitución de Cádiz y luego firmante en 1821 del Acta de Independencia de Núñez de Cáceres. El Dr. José María Caminero, elegido representante por la Común de Santo Domingo, había sido miembro de la Cámara de Representantes de Haití, en la cual había sido Secretario y Presidente en 1822.

La Asamblea Constituyente estuvo reunida en San Cristóbal desde el 24 de septiembre hasta el 5 de noviembre del 1844. En la sesión de instalación fue elegido el bufete directivo, compuesto por Manuel María Valencia como Presidente, Antonio Gutiérrez como Vicepresidente y dos Secretarios, José Ma. Caminero y Juan Luis Franco Bidó. Se creó una comisión encargada de la redacción de un proyecto de Constitución, compuesta por los asambleístas Vicente Mancebo, Buenaventura Báez, Manuel Ma. Valencia, Julián de Aponte y Andrés Rosón.

Mediante un artículo transitorio, el 205, el primer Presidente dominicano sería elegido por la propia Asamblea Constituyente, con encargo de promulgar la Constitución, ejerciendo el indicado mandatario el cargo por dos períodos consecutivos, en este caso únicamente. En esta virtud, la Asamblea escogió a Pedro Santana como Primer Presidente de la República Dominicana y se le invitó a los actos de promulgación y juramento de la Constitución. Es bien conocido cómo respondió Santana a esa invitación. Consideró que las facultades del Poder Ejecutivo estaban demasiado sometidas a la injerencia del Legislativo y se negó a jurar la Constitución si no se le daban a él poderes extraordinarios; y para dar énfasis a sus exigencias, rodeó el local de la Asamblea con sus tropas, poniendo a los constituyentes bajo virtual asedio. Pero con esa intimidación logró lo que quería y se incluyó en la Constitución un artículo transitorio, el 210, que rezaba textualmente:

“Durante la guerra actual y mientras no esté firme la paz, el Presidente de la República puede libremente organizar el ejército y la armada, movilizar las guardias nacionales y tomar todas las medidas que crea oportunas para la defensa y seguridad de la nación; pudiendo, en consecuencia, dar todas las órdenes, providencias y decretos que convenga, sin estar sujeto a responsabilidad alguna”.
Satisfechas sus exigencias, Santana juró sobre la Constitución, decretó su publicación, tomó posesión de la Presidencia y nombró su gabinete. La Junta Central Gubernativa terminó entonces sus funciones según lo establecido y la Asamblea Constituyente, cumplida su misión, se consideró disuelta.

Así nació la vida institucional dominicana, ya con la afrenta de la imposición de la fuerza sobre la voluntad popular y con una constitución teóricamente democrática, pero marcada con el signo del despotismo.


Bibliografía:
Maurice Duverger. Instituciones políticas y Derecho Constitucional. Barcelona: Ediciones Ariel, 1962 p. 86.
José Gabriel García. Compendio de Historia de Santo Domingo. 1968, T. II. P. 464.
E. Rodríguez Demorizi. El acta de la Separación Dominicana y el Acta de Independencia de los Estados Unidos de América. Santo Domingo: Sociedad Dominicana de Bibliófilo, 1943.

miércoles, octubre 13, 2010

El Día de la Raza y Los Choferes del Concho

El 12 de octubre de 1492, quinientos dieciocho años atrás, es la fecha en la que celebramos –entre los que no se me puede contar-, el muy lamentable Día de la Raza.
El día la raza, con ese nombre y sus muchas variantes de acuerdo al país –para indicar una en Estados Unidos de América es Día de Colón-, hace referencia al “Descubrimiento de América”.
Antes de desarrollar nuestro tema al respecto, quiero recordarles que nuestra isla no fue la primera en que arribaron el Almirante Cristóbal Colón y los demás expedicionarios españoles que representaban a los Reyes Católicos, fuimos la tercera del primer viaje. Les recuerdo que la primera fue la isla de las Antillas Menores entonces llamada San Salvador, luego Juana ahora conocida como Cuba y finalmente La Hispaniola.
“Qué suerte tan maldita la que venimos
arrastrando desde entonces"
Entiendo que maldita –por no escribir la palabra o epíteto que asumo correcto–, que estos salvajes expedicionarios, más perdidos que el hijo de Limbert, donde fueron a arribar tuvo que ser en esta parte del mundo.
En cuanto a los nombres, para mi gusto, prefiero sustituir los nombres de “Descubrimiento de América” por “Conquista y Aniquilación de América”, y “Día de la Raza” por “Aniquilación de la Raza”.
Estos expedicionarios tampoco fueron los primeros. Históricamente está demostrado que cientos de años antes que ellos, aproximadamente en el año 1010, los Normandos o Vikingos estuvieron en las Casas de Leif, que se encontraba ubicada en la costa norteamericana, la que tuvieron que abandonar unos dos años después por la hostilidad de los aborígenes que habitaban esa región –qué inteligentes. También, en el 1398 otra expedición vikinga había llegado a América.
"Los primeros occidentales en llegar a esta parte del mundo no fueron los españoles, fueron los hombres del Norte o Normandos"
Tampoco pudimos ser descubiertos, ya estábamos aquí. Estos verdugos y sanguinarios expedicionarios españoles de la peor calaña (asesinos, ladrones, convictos de toda clase), fueron los excelentísimos que nos visitaron.
“Siempre he sido de la idea que nuestro problema es genético”
Creo que la posibilidad de que logremos algo bueno con nosotros mismos es casi imposible. Los genes son tremendos. Qué se puede esperar de un grupo de aborígenes que no hacían nada (Tainos) –sólo sembrar, dormir, jugar pelota y hacer unos dibujitos feísimos-, más los españoles delincuentes con quienes nos mezclamos. Los pocos genes que nos hacen a algunos trabajadores son los de los africanos que trajeron como obreros.
Todo este preámbulo histórico sobre el "Día de la Raza", Cristóbal Colón, las consecuencias del supuesto descubrimiento y colonización, no tiene ninguna relación con el por qué del artículo. En realidad, la única motivación es resultado de que hoy es el día de la raza y del caos del tránsito al que todos debemos someternos todo el día, todos los días.

Hoy como en muchas otras ocasiones decidí visitar la casa de mis padres, a la que puedo llegar por lo general en unos diez (10) minutos a lo sumo. Sin embargo en las últimas ocasiones me he tomado no menos de cuarenta (40) minutos para transitar el mismo trayecto. Esto y el supuesto día de la raza fueron las únicas cosas que por mi cabeza transcurrieron -además del pique y deseos de maldecir a uno que otro concho que paraba el tránsito o que decidía cambiar de carril sin la más mínima misericordia.

Por esta razón, aunque parezca un poco cuesta arriba creerlo, recordé la fatal hazaña de "los colonizadores", y me lamenté -con mucha pena por cierto-, de que esos colonizadores son simplemente parte de nuestra historia, y que la nueva moda de colonización es otra mucho más dañina que la primera, y silenciosa como las peores horas de espectativa ante la enfermedad o miedo. Me refiero a las drogas, delincuencia, robos, corrupción, mentiras, antivalores, etc.

Volviendo al por qué, y a pesar de todas las quejas antes indicadas y de los daños irreparables causados por aquellos expedicionarios, tengo la fuerte convicción de que esos bárbaros y todas sus consecuencias deberían retornar. Es necesario y justo que retornen. Incluso que lo hagan en calaveras con sus espejitos y demás baratijas con que quisimos ser engañados, para que aniquilen otra subespecie que hoy ocupa y agobia nuestra sociedad.
Esta subespecie disque humana a la que me refiero está ocupada por los choferes del concho y los sindicalistas que los representan.
Si existe un Dios, del que siempre se dice nos deja libre albedrío, estoy seguro que no se refería con el albedrío a dejar a esos sinvergüenzas entenderse dueños de las calles, las aceras y todo lo que esté dentro y fuera de su alcance.
Este artículo es una plegaria. Vengan españolitos.
Vengan por favor. Arrasen también con estos abusadores.

lunes, septiembre 13, 2010

Sobre nuestra Independencia

Siempre se nos ha enseñado que nuestra independencia es una y que fue conseguida en febrero de 1844 por los Trinitarios. Si bien es cierto que para aquella época o período de nuestra historia logramos separarnos del dominio haitiano, no es menos cierto que ésta no fue la primera vez que luchamos para tan nobles fines.

Con el propósito de refrescar las enseñanzas y conocimientos de nuestra historia, debemos recordar tres períodos de gran importancia previos a nuestra primera independencia:

1. El primer período Español, iniciado con el “descubrimiento” del “Gran Almirante” Cristóbal Colón en octubre del 1492 y finalizado el 22 de julio de 1795 con el tratado firmado en Basilea, Suiza, por los plenipotenciarios de Francia y España, en donde este último cede a la República Francesa la parte española de la isla de Santo Domingo en las Antillas,

2. La ocupación francesa iniciada con el tratado de Basilea y terminada en 1809, cuando grupos dominicanos dirigidos por Juan Sánchez Ramírez derrotan las tropas francesas con la ayuda del bloqueo a la ciudad de Santo Domingo por una escuadra Inglesa y proclaman la reincorporación a España; y,

3. El segundo período Español, conocido en nuestra historia como el de la “España Boba”, que duraría 12 años.

En este punto, tras casi 329 años de una continuada vida colonial y de regímenes de Estados de ultramar, el 30 de noviembre del 1821 se origina el golpe de Estado de José Núñez de Cáceres que produce nuestra primera independencia.

Bajo una fuerte influencia de las doctrinas liberales, de los enciclopedistas europeos del siglo XVIII, especialmente de la tesis del “Contrato Social” de Rousseau, como del Acta de Independencia de los Estados Unidos, nace una República bajo el nombre de “Estado Independiente de Haití Español”.

Los preceptos de esta primera independencia fueron erráticos y equivocados desde sus inicios al no abolir, determinantemente, la esclavitud, lo que hizo al nuevo régimen impopular entre la gente de color y dio lugar a que la agitación del Gobierno Haitiano hallara mayores adeptos que propugnaran por una unión con Haití.

También la soberanía de la nueva República quedaba maltrecha y mutilada por la intención de sus fundadores -así lo expresaban en el Acta de Independencia y en el Reglamento Provisional-, de buscar una alianza con la República de Colombia para entrar a componer uno de los Estados de la Unión. Con esto se pretendía la anexión del nuevo Estado a la federación de antiguas colonias españolas suramericanas formada en el 1819 denominada “Gran Colombia”, constituida por las hoy repúblicas de Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá.

La Junta Provisional de Gobierno que entonces nos dirigió, por sólo dos meses aproximadamente, pidieron a las de Haití -de manera tardía por cierto-, la concertación de un Tratado de Amistad, Comercio y Alianza. Para este momento histórico habían movimientos pro-haitianos que habían tomado mucho auge en varias localidades del país, y dado al presidente de Haití, Juan Pedro Boyer, la coyuntura favorable para la realización de su sueño “Una sola Nación para toda la isla”. Boyer “invadió” con sus tropas a principios del 1822 y las autoridades de Santo Domingo se vieron obligadas a entregar la ciudad el 9 de febrero por carecer de fuerza defensiva y de apoyo popular.

Así concluye nuestra primera independencia o “Independencia Efímera”, como se nos da a conocer, para dar paso a los 22 años de unificación de la isla y de dominación haitiana.

Bibliografía:

- Ramón Lugo Lovatón. "El Tratado de Basilea". Boletín del Archivo General de la Nación, (68) enero-marzo 1951.
- Gustavo Mejía Ricart. Historia de Santo Domingo, t. VIII Santo Domingo: Pol Hnos. p. 106.
- Colección Centenario, t. 18, p. 3.

martes, agosto 24, 2010

Puerta al Infierno -la cruel realidad.

Para los de mala memoria, los no interesados en el cine o los muy jóvenes, Puerta al Infierno fue una película de los 80's que tuvo una gran cantidad de partes, en las que un fantástico acomodaba una pieza -que con sólo verse se sabía que algo malo iba a pasar-, y su correcto ajuste provocaba que se creara un pasadizo que permitía la comunicación entre este mundo y el infierno -en donde se veían todas aquellas criaturas del averno especialistas en torturas. Era, supuestamente, una película de terror -para mi gusto una genial comedia-, en donde casi todos morían, excepto el personaje que desde el inicio se sabía protagonista.


Esta alusión me veo en la necesidad de hacerla, porque me he convencido de que aquel cubo de extraños poderes existe y de que está en este país.

Todo inicia porque hoy, como en muchas ocasiones, me he quedado en mi hogar a laborar por supuestas facilidades y comodidades -por no decir tremenda estrategia de mi superior inmediato para explotarme más. En este punto estoy obligado a detenerme a indicar que él es una persona a la que estimo, considero y respeto.

Pues volviendo al tema de la puerta al infierno, después de un poco más de ocho horas continuas, desconsideradas, desafortunadas, inmisericordes y demás calificativos similares y epítetos no pronunciables por respeto, he visto una cabecita roja y unos cuernos.

Tremenda sorpresa y susto el que experimenté. Quien escribe es un completo y absoluto incrédulo de casi todo, pero en verdad las rodillas me falsearon y estuve al punto de caer sobre éstas y comenzar a darme en el pecho pidiendo perdón.

Todo este acontecimiento es visto por mí desde mi ventanal -único lugar en el que he podido mantenerme con vida por el calor-, después que mi espectacular inversor dejara de funcionar -al que debo referirme así por ser un casi incansable e inagotable trabajador de todos los días-, cuando tal suceso ha sido por mí vivido.

Quiero que les conste a todos que no fui dotado de ojos grandes y hermosos de ninguna manera; éstos, pequeños y carentes de expresión, se abrieron desorbitados y desorientados por lo ocurrido.

Con más horror que vergüenza he vociferado: "El Diablo, miren al Diablo", cuando aquella cabeza roja, ovalada en forma de huevo y cuernos caídos -para mi sorpresa distintos a como los imaginaba-, se elevara hasta la acera, me mirara -casi con mi mismo desconcierto-, y se le descubriera una tremenda lágrima en la parte izquierda de su rostro.

En este punto, todas las preocupaciones que recorrían mi cabeza por mentiras, engaños, injusticias que he cometido, resultado de aquella manifestación por supuesto, y de la lógica convicción de que esa cruel aparición era el indicador de que iba a morir y que hacia allá era que me dirigía; aquel que entendía dueño del mal, organizador de desgracias y padre de los demonios que ocupan a todo hombre, se dirige a mí, con voz aflautada y melancólica y me dice: "gracias por el piropo, pero debes ponerte al día, hoy soy la oposición, mi partido perdió las pasadas elecciones, Marranzini está dirigiendo el Hades y hasta allá, yo y mis antiguos demonios, estamos al garete porque el bellaco no apaga la calefacción".

viernes, agosto 20, 2010

Y qué de tus valores

Los valores están presentes desde los inicios del hombre. Para éste, siempre han existido cosas valiosas: el bien, la verdad, la belleza, la felicidad, la virtud. Sin embargo, el criterio para darles valor ha variado en el pasar de los años.

Los valores son cualidades que nos benefician a todos por igual, se dan en la medida en que se obtienen y se obtienen en la medida en que se dan. Entre los que más se destacan se encuentran: La libertad, la honestidad, la responsabilidad, la igualdad, la disciplina, la puntualidad, la lealtad, la humildad, el respeto, la tolerancia y el diálogo; la solidaridad, la justicia, la equidad, la fidelidad, la prudencia, la perseverancia, la integridad; aunque existe una diversidad no menos importante, todos forman la columna vertebral para regir y dirigir las acciones del hombre en sociedad.

Los valores siempre son y serán una guía que nos permita conducirnos por el camino correcto, así que se requiere siempre reforzarlos, transmitirlos, y del compromiso de aplicarlos en su exacta y justa dimensión. Esto nos permitirá en algún momento de nuestras vidas –del que espero poder disfrutar-, estar en una sociedad justa y equitativa.


“Hablar de valores es una cosa, pero vivirlos es otra”.


Llenarnos la boca recitando sobre la dignidad, la igualdad, lo justo, lo correcto y lo importante, es bastante fácil. El vivir con y dentro de valores requiere de esfuerzo, concentración y perseverancia. Vivir los valores es tener la conciencia de lo importantes que son y por lo importantes que son, hacer de ellos tu forma y estilo de vida. Una sociedad basada en individuos con valores es la clave para una convivencia sana. Las leyes no son suficientes. En ellas se establece solo lo básico para asegurar una convivencia relativamente decente y sus consecuencias ante la violación de esos cánones. En una conversación sostenida recientemente con mi padre él me decía: “…no es suficiente con solo cumplir la ley, y cumplirla no me convierte necesariamente en un hombre justo”. Los valores van mucho más allá de cumplir la norma, son la raíz de las cosas.


Para vivir los valores, hay que estar consciente de que son vitales, y que sólo éstos pueden cambiar la conducta y comportamiento de una persona, de una familia y de una nación. Cuando aceptamos los valores, como doctrina de vida, hay que analizar claramente cuáles son la base de tu vida. Aquí podríamos establecer dos clases: los que ya tienes y los que quieres tener.


No basta descubrir los valores ni basta incluso tener la capacidad de recitarlos como estrofas del himno nacional, es necesario cuidarlos, alimentarlos y educarlos cual hijo indefenso que busca de su madre refugio, pues las personas se desarrollan para mejorar continuamente como parte del actuar cotidiano. Hablar de respeto es hablar de los demás. Es establecer mi límite y saber que a partir de ahí se encuentra el respeto de los demás.


Podemos cometer el error de decir que conocemos y vivimos los valores, pensando que "somos buenos" de forma elemental: "si no engaño o miento, entonces soy honesto". La sociedad exige un comportamiento digno en todos los que participan de ella, pero cada persona se convierte en un promotor de valores, por la manera en que vive y se conduce. Lo primero que debemos hacer para conocer los valores, es desarrollar nuestra capacidad de observación, atendiendo, primero, a todo lo que se refiere a nuestra persona: hábitos, actitudes, modales y la forma en la que nos relacionamos con las demás personas, y segundo, distinguiendo con claridad las actitudes positivas y negativas que tenemos.


¿Pero entonces qué debemos hacer para cultivar y promover el uso de los valores? Aquí les dejo una propuesta: Empezar por practicar los valores individualmente y luego tratar de promoverlos en la sociedad.


“Lo importante en la vida no es tu posición, sino tu disposición”

jueves, agosto 19, 2010

Todavía creo en el amor

Aunque por su naturaleza, este espacio tiene un objetivo muy particular de presentar artículos de opinión e historia, entiendo así mismo que siempre debe encontrarse el tiempo y que cualquier lugar es apropiado para abordar temas de amor y del corazón.

El amor y desamor son el placer y dolor más dulces que nosotros, los seres humanos, podemos experimentar durante este breve tiempo y estadía que llamamos vida. Somos criaturas nacidas por amor, que viven por amor, que conviven gracias al amor y que mueren recibiendo amor.

No existe un sentimiento más profundo, confuso, poderoso y etéreo que el amor, que ser amado y que sentirse enamorado. Se dice que la medida del amor es el amar sin medida, que con un beso de amor descubres lo que callo y que cuando mi voz calle mi corazón te seguirá hablando.

Pues ahora quiero dejar algo que recientemente he escrito, pensando en alguien muy especial en mi vida, a la cual le dedico las siguientes torpes estrofas. El título, Todavía Creo en el Amor, lo he extraído de una canción que siempre me ha gustado cantada por Nelson Ned y también en nuestro país por Fausto Rey.

Todavía creo en el amor.

Puedo tratar de explicarlo tantas veces,
a tí, a todos y al cielo,
que lo que más importa al fin,
es la comunión con nuestro fuero.

Llenos de falsos valores,
socios de la dama hipocresía,
atosigados en un ventoso
camino desconocido sin sabiduría.

Todos se dirigen hacia delante,
sin tener idea de por qué motivo,
no conocen en dónde inician
ni hacia dónde los conduce ese camino.

He sido brusco y poco efusivo,
por no saber cómo explicarlo,
pero mi alma fuerte cual roble,
y mi corazón blando tal lirio.

Me he quebrado con lágrimas hasta la piel,
cuando mi ser cayó en el vacío,
más tus manos sabias y amorosas,
me soportaron ante tal destino.

Con el paso de los años el cielo aclara,
lo que para muchos tantas vidas lleva escondido,
comienza a terminar mi desesperanza,
y me empiezo a encontrar contigo.

De distracciones y engaños estamos rodeados,
para que se nos dificulte nuestro camino,
de disfrazadas mentiras que en el pasado me han mencionado,
tan difusas, tontas y sin sentido.

Ahora tu y yo sentémonos a dialogar,
y comprenderás lo que te escribo,
todos lo que somos en verdad,
no es más que un lento y cálido suspiro,
esperando encontrar al llegar al fin,
la verdad, la sinceridad y el sentido.

martes, agosto 17, 2010

Cómo se adopta el Cristianismo en el Norte de Europa

La mitología nórdica o escandinava, comprende religión, creencias y leyendas de los pueblos escandinavos, incluyendo aquellos que se asentaron en Islandia, donde las fuentes escritas de esta mitología fueron reunidas. Es la mejor versión conservada de la antigua mitología germana que también incluye la estrechamente relacionada mitología anglosajona. Esta mitología era transmitida oralmente a través de poesías de generación en generación. Nuestro principal conocimiento sobre ésta se encuentra en las Eddas (colecciones históricas de la mitología nórdina) y otros textos medievales escritos durante o después de la cristianización.

Estas creencias eran conocidas por los romanos como paganismo, del latín “paganus”, el que designa a una persona que reside en el campo. El término fue utilizado inicialmente por los cristianos urbanos de roma en un sentido peyorativo, queriendo significarla como “Religión Campesina”. Con el tiempo adquirió el término otro significado: “alguien que hace culto a las fuerzas de la naturaleza”. Más adelante, los cristianos crecieron en número y poder político, y pervirtieron el significado a “hombre sin religión o sin Dios”.

Con el único propósito de explicar una de las razones del por qué el cristianismo pudo extenderse a través de toda Europa, es necesario referirnos a Constantino El Grande, uno de los más despiadados y sanguinarios emperadores romanos. Constantino I (El Grande), aunque no se tiene su fecha de nacimiento exacta, se aproxima al año 272 después de Cristo y su muerte en el año 337. Fue emperador desde el año 306 y logró el constante crecimiento del imperio hasta su muerte. La Iglesia Ortodoxa le conoce como San Constantino.

Este sangriento emperador fue el legalizador de la religión cristiana por el Edicto de Milán en el año 313. Convocó el Primer Concilio de Nicea en el año 325, que otorgó legitimidad al cristianismo en el Imperio Romano por primera vez. En este último concilio, el de Nicea, hay posiciones que indican que en éste se trataron temas tales como: cuáles evangelios compondrían el Nuevo Testamento y La Divinidad de Jesús. Se considera que este último concilio fue determinante para la expansión del cristianismo; y los historiadores, desde Lactancio y Eusebio de Cesarea hasta nuestros días, le presentan como el primer emperador cristiano, si bien fue bautizado cuando ya se encontraba en su lecho de muerte, tras un largo catecumenado. Algunos libros de historia indican que Constantino El Grande, por la gran cuota de culpa sentida por toda su barbarie, para sus finales, procuró la aceptación de alguna de las religiones existentes en Roma. Todas las existentes rechazaron esa iniciativa como resultado de los actos sangrientos por él cometidos. Sólo en el cristianismo, Constantino encontró la aceptación a cambio del arrepentimiento de corazón para el perdón de todos sus pecados.

Así entonces, inicia la persecución cristiana contra el paganismo, el cual tenía como una de sus características el politeísmo (adoración a más de un dios), y entre los distintos dioses a los que se le rendía culto se econtraba Thor, el cual es el que pretendemos desarrollar extensamente durante este artículo.

Thor era el dios del trueno en la mitología nórdica y germánica. Su papel es complejo, ya que tenía influencia en áreas muy diferentes, tales como: el clima, las cosechas, la protección, la consagración, la justicia, los viajes y las batallas.

Era el dios más venerado de las tribus germánicas -al menos desde los primeros registros escritos hasta los últimos bastiones del paganismo germánico en la edad vikinga tardía. La mayoría de los mitos germánicos lo mencionan o se centran en sus hazañas y en los relatos de las Eddas en los que cumple el papel de protector del Midgard (el mundo de los hombres).

Su arma era el martillo de guerra arrojadizo, llamado Mjolnir, del cual se hicieron réplicas en miniatura como amuletos, que luego se convirtieron en un símbolo desafiante de los paganos nórdicos durante la cristianización de Escandinavia.

En muchas ocasiones se le consideraba como una deidad suprema. El atributo más obvio del dios Thor es su aspecto guerrero, gran cantidad de mitos lo describen abriéndose paso con su martillo de guerra entre hordas de gigantes. Sin embargo Thor, en el papel de guerrero cumple un rol protector, a diferencia de Odín que llamaba a sus seguidores a la batalla para la muerte y la gloria, por ello Thor tuvo un culto más extendido entre las comunidades más pacíficas de campesinos y artesanos. Para los islandeses, Thor era el patrón de la ley.

En Haustlöng el dios Thor es "pensador profundo", y si bien en la mayoría de las ocasiones prefiere la acción directa a la estrategia, numerosos mitos ilustran su sabiduría, tal como es el caso del poema éddico Alvíssmál donde Thor engaña al sabio enano Alvíss, pretendiente de su hija, con una competencia de adivinanzas que Thor se encarga de extender hasta la mañana para que los primeros rayos del sol conviertan en piedra al enano. La historia nos relata que cuando los relámpagos y truenos atravesaban nuestros cielos, se decía que Thor se encontraba ante una lucha contra la Serpiente Midgard.

Thor es hijo mayor del dios Odín y de la diosa Jörð, personificación de la tierra. Esta combinación convertía a Thor en el dios ideal para ser adorado por el hombre porque Odín, Dios de la Guerra y la Muerte era la imagen del Dios de dioses y el que iba a dirigir a todos los demás dioses contra las fuerzas del mal en la batalla del fin del mundo; más Jöro, diosa de la Tierra, (algunos historiadores señalan que éste no era más que un apodo de Frigg, esposa de Odin, mientras que algunos escritos la presentan como la rival), hacían de él la figura ideal por tener la cercanía a la tierra del hombre y ser superior a ellos por ser un dios hijo de dioses. Entonces las religiones veían, como hoy también, tres divisiones: El Valaskjálf (hoy cielo), ocupado por los dioses; el Midgard (mundo de los hombres), ocupada por hombres y el Jötunheim (el infierno), ocupado por gigantes, que eran una raza mitológica con una fuerza sobrehumana y opuestos a los dioses.

En uno de los cuentos mitológicos de Thor, llamado Gylfaginning, tras un incidente parte de la casa de un campesino junto a Loki y dos sirvientes, viaja hacia el Este, hacia la tierra de los gigantes y atravesando el mar llegan a una tierra desconocida. Tan pronto como cae la noche buscan refugio y se encuentran un salón muy grande donde deciden pasar la noche. A la medianoche ocurre un violento terremoto y entonces Thor y sus compañeros se refugian en una habitación lateral, quedado Thor en la entrada dispuesto a defenderse con su martillo. Al amanecer se encuentran con un gigante de enormes dimensiones, durmiendo cerca de ellos, y descubren que habían pasado la noche en el dedo pulgar del guante del gigante. Thor se acerca y pregunta al gigante su nombre y éste dice llamarse Skyrmir el cual reconoce al dios inmediatamente, proponiéndole compartir sus víveres, aunque inmediatamente se aleja. Regresa por la noche y le dice a Thor que tome víveres de su bolsa mientras él se dispone a dormir. Sin embargo el dios no puede deshacer el nudo de la bolsa del gigante y sospechando la burla de gigante decide golpearlo con el martillo, lo cual resulta infructuoso ya que el gigante apenas se despierta y pregunta si le ha caído una hoja.

A la mañana siguiente el gigante apresura a los viajeros y les dice que deben conocer al señor de esas tierras, el gigante Útgarða-Loki. Llegan a un castillo enorme en medio de una planicie perteneciente al rey, quien los recibe en su enorme salón. Luego invita a los recién llegados a participar en las competencias que ellos propongan y el primero en aceptar el desafío es Loki, quien dice que nadie puede comer a su velocidad. Sin embargo el rey llama a Logi quien come la carne, los huesos y la tabla en que le sirven. Luego el joven Þjálfi manifiesta que es capaz de correr muy rápido, y el rey invita al desafío a Hugi, quien en la competencia dobla en velocidad al sirviente. Finalmente llega el desafío para Thor quien estaba muy sediento y dice que nadie bebe como él. De inmediato un sirviente del rey le trae un cuerno y le dice que los grandes bebedores lo vacían de un solo trago; el dios no lo ve demasiado grande y bebe hasta quedar sin aire, pero el nivel de bebida se mantiene casi constante, lo intenta en dos oportunidades más y apenas logra bajarlo un poco. El rey dice sentirse decepcionado ya que había oído grandes relatos de él y le invita a levantar su gran gato, pero el dios apenas puede levantar un garra del suelo. El dios se enoja y le dice que le presente a alguien para luchar, que se anima a derrotarlo, a lo cual el rey llama a una mujer anciana llamada Elli que según dice ha vencido a muchos hombres. Finalmente el forcejeo dura un rato hasta que la anciana derrota al dios.

Luego de pasar la noche los viajeros están dispuestos a partir asombrados en la forma en que habían sido humillados, pero a la mañana siguiente el Rey de los Gigantes los acompaña hasta las afueras del castillo y le dice a Thor que nunca había conocido a alguien tan fuerte y que había sentido temor de su poderío. Le confiesa que todo había sido hecho con trucos de magia y habían sido ilusiones ópticas, que el nudo de la bolsa del gigante estaba sellado con hierro y que el gigante era él utilizando trucos de magia, y que el martillazo que le había dado había partido en tres una montaña. También le confesó que todas las cosas contra lo que habían competido se trataban de trucos de magia, Logi que lo devoraba todo, era en realidad una personificación del fuego y Hugi el veloz, era su pensamiento. Le cuenta que le provocó gran asombro que lograra bajar un poco el cuerno con la bebida ya que estaba conectado al océano y que cuando llegaran a la costa verían cuanto habían bajado las aguas, siendo esto el origen de las mareas. El gato que apenas había podido levantar, era una ilusión de la serpiente del Midgard, que rodea al mundo y que la había logrado levantar casi hasta el cielo. Finalmente la anciana con la cual forcejea y termina cayendo apoyado en una de sus rodillas, se trataba de una personificación de la muerte.

Esta misma historia, creada por los cristianos con el propósito de llevar al dios Thor al nivel del hombre común –vulnerable-, también tiene una vertiente muy similar con el Rey de los Ogros. Su variante es al final con la anciana, que en lugar de representar la muerte, representa la vejez.

El objetivo de la historia creada por los cristianos era su afán de destruir las creencias paganas y lograr el poderío de la nueva religión. Su propósito fue convertir a Thor de dios a hombre.

Otra historia más del mismo escrito, tan inteligente o más que la anterior, fue la lucha a muerte de Thor y la Serpiente Midgard. La historia relata que finalmente Thor tuvo su lucha final contra su antítesis, la serpiente Midgard, y que durante ésta la serpiente logró arroparlo y casi exprimirlo, pero que su cinturón de poder logró protegerlo de tal destino; entonces así logró tomar su martillo mágico y acertar un golpe fatal a la serpiente que le provocó la muerte, pero que durante su caída, Thor raspó su piel contra la piel de la serpiente y fue envenenado. De esa forma, la serpiente Midgard, enemiga por exelencia de Thor, y él mismo, cosiguieron la muerte. Esto dejaba claramente entendido que Thor, como cualquier hombre, era susceptible de la muerte.

Después de que estas historias lograron pasar de boca en boca y surtir un significativo efecto, El roble de Thor, un antiguo y árbol sagrado para la tribu germánica de los chatti, ancestros de los habitantes de Hesse, y uno de los más importantes sitios sagrados de los paganos germánicos, fue talado en el 723 marcando el comienzo de la cristianización de tribus no francas del norte de Alemania.

Bonifacio llegó a la zona con el objetivo de convertir a las tribus germánicas del norte al cristianismo. A su llegada taló el roble venerado por los habitantes locales en un intento de convencer a la población de la superioridad del dios cristiano sobre Thor y convencerlos de bautizarse y convertirse al cristianismo. Bonifacio utilizó la madera del roble para construir una capilla en Fritzlar, fundando un monasterio benedictino y estableciendo así la primera diócesis fuera de las fronteras del antiguo imperio romano.

Finalmente de Thor, además de la mitología que hemos podido conocer de una manera u otra, sólo nos queda el día de Thor, el jueves, que en inglés es Thursday, en alemán Donnerstag (significa "día del trueno") y en holandés Donderdag (significa "día trueno").

Hay que reconocer la genialidad de aquellos cristianos durante el poderío del imperio romano para imponer sus creencias cristianas por cuestiones políticas y económicas. Entendieron que por la fuerza el cristianismo no podía trascender en aquel territorio y que su único camino era destruir toda creencia que entrara en conflicto con la nueva religión.

domingo, agosto 15, 2010

Qué sabes de algunas de nuestras fechas festivas

Antes de iniciar con mi opinión, muy particular por cierto, quiero hacer un repaso histórico a algunos días que nuestro pueblo celebra sin tener, por lo general, idea alguna de sus orígenes e historia.

Quiero compartir con aquellos que se tomen el tiempo y molestia de leer esta nota, de que nunca he sido de los que celebra o conmemora acontecimientos por fechas impuestas –generalmente provenientes de otras culturas o sociedades.

Entiendo, y me excuso por lo que pretendo expresar a continuación, que nuestro almanaque festivo o conmemorativo ya es impresionantemente extenso con los asuntos religiosos, y que lo que ciertas fechas pretenden provocar, nunca ha surtido efecto. Si lo duda o no entiende qué pretendo dejar establecido, pregúntese qué tanto usted conoce sobre nuestra historia reciente, sobre nuestra independencia, sobre nuestra separación del dominio haitiano, de las dos ocupaciones gringas, del origen de la dictadura del generalísimo, del primer proceso democrático post la caída de la dictadura, de la revolución, de sus verdaderos héroes, de los sangrientos doce años de Balaguer.

Aunque no soy muy bueno recordando las cosas, no necesito fechas ni celebraciones para reconocer sólo en mayo que mi Madre es la mejor de todas las madres, ni en marzo para tener la convicción de lo valiosa que es la mujer en todos los ámbitos, ni en este mes de agosto para felicitar a aquellos jóvenes que han sido ejemplo con sus conductas morales y actuaciones atinadas.

Estoy convencido que, para continuar en el mismo orden de ideas, en la mayoría de las ocasiones estas celebraciones o conmemoraciones son simplemente aprovechadas por grupos que se dicen políticos -en lugar de aprovechadores-, para brillar ante las cámaras y tener sus cinco minutos de fama.

Soy de los que creo que nuestras fiestas, las nuestras en verdad, deberían ser celebradas no con días no laborables, sino con actos conmemorativos asociados al hecho, por varios días inclusive, dentro de nuestras escuelas y colegios para que esos jóvenes tengan una educación de calidad, y así, en su porvenir, conozcan nuestros errores y virtudes, en lugar de estar en la babia y ser completos desconocedores de nuestros vaivenes históricos.

Lo que hoy celebramos como Día Internacional de La Mujer es lo que estamos acostumbrados a leer en los escritos de sobre una huelga, que aconteció en Nueva York, en 1857, en la cual 129 obreras murieron después que los patrones hubieron incendiado la fábrica ocupada. La primera mención a esa huelga, aparece en el periódico del Partido Comunista Francés, en la víspera del 8 de marzo de 1955. Pero donde se fija esta fecha del 8 de marzo relacionada con esta huelga es en una publicación que apareció en Berlín, en la entonces República Democrática Alemana, de la Federación Internacional Democrática de las Mujeres. El boletín es de 1966. ¿Cómo se llegó a crear toda la historia de 1857? ¿Por qué aquel año? ¿Por qué en los EUA? La explicación, probablemente, es la combinación de casualidades, sin ninguna intención diabólica ni preestablecida. Así es como nacen todos los mitos. La canadiense Renée Côté investigó, durante diez años en todos los archivos de Europa, EUA y Canadá y no encontró ninguna pista de la huelga de 1857. Ni en los periódicos de la gran prensa de la época, ni en cualquier otra fuente de memorias de las luchas obreras. Ella afirma y reafirma que esa huelga nunca existió. Es un mito creado a causa de la confusión con las huelgas de 1910; de 1911, en los EUA; y 1917, en Rusia. Esa confusión se dio por motivos histórico-políticos, ideológicos y psicológicos.

En Estados Unidos, el Día de las Madres es el resultado de la iniciativa de una joven, Anna Jarvis, hija de Anna Reeves Jarvis, una activista comunitaria de Virginia Occidental, que hacia 1858 tuvo activa participación en la organización de las mujeres para trabajar en la mejora de la sanidad pública en las comunidades apalaches durante la Guerra Civil Estadounidense, colaborando también en el cuidado de los heridos de ambos lados de la contienda y, más tarde, organizando reuniones para que los antiguos enemigos se integraran y confraternizaran. Anna, que perdió a su madre en 1905, comenzó a enviar cartas a políticos, abogados y otras personas influyentes, solicitando que se consagrara Día de la Madre el segundo domingo de mayo (el cual algunos años coincidía con el aniversario de la muerte de su madre).

El Día de los Padres, igual que el de la madres, es también una iniciativa de una joven estadounidense llamada Sonora Smart Dodd. La señora Sonora Smart Dodd quería que existiera un día especial que honrara a su padre, Henry Jackson Smart, el cual fue un veterano de la guerra civil, que se convirtió en viudo cuando su esposa (la madre de la señora Dodd) murió en parto con su sexto niño. El padre de la señora Smart crió a todos sus hijos y mereció su reconocimiento de hija como padre ejemplar. El primer día del padre se celebró el 19 de junio de 1910 en Spokane, Washington. En 1924 el presidente Calvin Coolidge hizo el día del padre como una celebración nacional y finalmente en 1966 el presidente Lyndon Johnson firmó una proclamación presidencial que declaraba el tercer domingo de junio como día del padre.

Terminando con las reseñas e iniciativas históricas, todas provenientes de Estados Unidos por cierto, hacemos referencia al Día Internacional de la Juventud, el que se celebra en distintos países del mundo, desde que en 1998 la Asamblea General de las Naciones Unidas decidiera que el 12 de agosto fuese un día dedicado a los jóvenes. Se ha intentado que la conmemoración de esta fecha sirva de vehículo para la reflexión sobre los problemas de la juventud en el mundo; entre los que se citan la brecha que existe, en materia de educación, entre la juventud de las poblaciones rurales y urbanas.

Ahora bien, por qué no hay celebraciones o conmemoraciones a momentos históricos como los asociados a las batallas Fuente de Rodeo del 13 de marzo, 19 de marzo, 30 de marzo, del Memiso, la Estrelleta, Beler, Del Número, De Las Carreras, Santomé y muchas otras coligados a nuestra separación de Haití. Por qué no conocemos esas fechas. Por qué no hay lutos conmemorativos a fechas como 29 de noviembre y 28 de abril (primera y segunda ocupación estadounidense respectivamente). Por qué sólo conocemos dos o tres nombres asociados a la revolución y no tenemos idea de quienes fueron Vinicio Fernández Pérez, Giovanni Gutiérrez, Rafael Fernández Domínguez. Por qué el Día Internacional de la Mujer o el Día de las Madres no hace también homenaje a mujeres dominicanas como Aniana Vargas, a doña Edna Mur, Picky Lora, Ivelise Acevedo, las hermanas Vásquez Fernández, Rochi González, Cristinita Díaz, Gloria Acevedo, Xiomara Saladín, María Elena Muñoz, Norma Vásquez y sus hermanas, Cándida Oviedo, doña Andrea, Lida Pelegrín, Ana Silvia Reynoso, Queyita Santos Josefina, Rosalba Paniagua, Tomasina Cabral, Asela Morel, Josefina Padilla viuda Sánchez, Dulce Tejada de Álvarez, Miriam Morales y Fe Violeta Ortega Guzmán, todas éstas luchadoras o guerrilleras o feroces opositoras al régimen trujillista.

Le dejo a usted que se forje un juicio de valores y que quizá pueda responderme a esta interrogante. En verdad les digo que durante muchos años he tenido demasiadas cuestionantes al respecto, y casi ninguna respuesta válida y apropiada como solución.

Solo Opino

Aunque no tengo el hábito de escribir sobre sucesos o acontecimientos que todos, de una manera u otra, reflexionamos y discutimos en nuestros círculos de confianza, me veo en esta ocasión atraído a hacerlo por indignación.Todos hemos discutido, unos más que otros, sobre el marcado problema de valores y la poca educación de nuestro pueblo; pero cuando vemos y leemos en nuestros medios de comunicación - éstos responsables de forjar opinión, que Figueroa Agosto y Sobeida, en lugar de ser proyectados como lo que son: sociópatas, son, en su lugar, presentados como figuras públicas, iconos o modelos a seguir.

Esta situación, esta realidad, debería de preocuparnos a todos en una justa proporción. Hagamos el siguiente ejercicio: qué debe entender la joven que solo escucha sobre sobeida lo costoso de su ropa, de su buen gusto para ésta, de los lentes que utilizó o de la cartera que exhibió. Qué debe entender esa joven que tiene dificultades para el acceso a bienes y servicios básicos y de primer orden. Qué estamos enseñando.

Es probable que por el poco interés que le merezco a nuestra prensa, desconozca de las posiciones adoptadas por los comentaristas. Si es ese el caso, me disculpo, celebro y aplaudo tal posición desconocida por mí. Sin embargo, y pido excusas nuevamente, hoy por hoy sólo escucho lo mismo: hechos repetidos de una nota de prensa de nuestras instituciones responsables de la seguridad.

Quisiera tener la oportunidad de preguntarles a uno que otro comentarista, qué sabe de Figueroa Agosto, evitando las respuestas de casas y vehículos incautados, mujeres que tuvo, y su condena, fuga y posterior arresto. Me gustaría saber si conoce una cifra aproximada de muertes por él ocasionadas, de nuevos adictos a las drogas por su tráfico y de familias destruidas por sus actos. En el mismo orden de ideas, que me informen si existe algún análisis clínico que explique las conductas desviadas de Agosto y Sobeida, y qué estrategia de país pretende adoptar nuestro gobierno frente al alto crecimiento del consumo de drogas.

Reflexionemos, hoy los valores son prácticamente inexistentes, los antivalores son la norma y la moda; y esa clase de orientación a la información de las noticias, induce a que jóvenes en pleno desarrollo mental y adultos, carentes de moral por un lado, y necesitados por el otro, entiendan que el camino a seguir es ese, el de esos degenerados, asesinos, corruptos y corruptores, y que los guías de ese funesto tren de muerte son Agosto y Sobeida.