domingo, agosto 15, 2010

Qué sabes de algunas de nuestras fechas festivas

Antes de iniciar con mi opinión, muy particular por cierto, quiero hacer un repaso histórico a algunos días que nuestro pueblo celebra sin tener, por lo general, idea alguna de sus orígenes e historia.

Quiero compartir con aquellos que se tomen el tiempo y molestia de leer esta nota, de que nunca he sido de los que celebra o conmemora acontecimientos por fechas impuestas –generalmente provenientes de otras culturas o sociedades.

Entiendo, y me excuso por lo que pretendo expresar a continuación, que nuestro almanaque festivo o conmemorativo ya es impresionantemente extenso con los asuntos religiosos, y que lo que ciertas fechas pretenden provocar, nunca ha surtido efecto. Si lo duda o no entiende qué pretendo dejar establecido, pregúntese qué tanto usted conoce sobre nuestra historia reciente, sobre nuestra independencia, sobre nuestra separación del dominio haitiano, de las dos ocupaciones gringas, del origen de la dictadura del generalísimo, del primer proceso democrático post la caída de la dictadura, de la revolución, de sus verdaderos héroes, de los sangrientos doce años de Balaguer.

Aunque no soy muy bueno recordando las cosas, no necesito fechas ni celebraciones para reconocer sólo en mayo que mi Madre es la mejor de todas las madres, ni en marzo para tener la convicción de lo valiosa que es la mujer en todos los ámbitos, ni en este mes de agosto para felicitar a aquellos jóvenes que han sido ejemplo con sus conductas morales y actuaciones atinadas.

Estoy convencido que, para continuar en el mismo orden de ideas, en la mayoría de las ocasiones estas celebraciones o conmemoraciones son simplemente aprovechadas por grupos que se dicen políticos -en lugar de aprovechadores-, para brillar ante las cámaras y tener sus cinco minutos de fama.

Soy de los que creo que nuestras fiestas, las nuestras en verdad, deberían ser celebradas no con días no laborables, sino con actos conmemorativos asociados al hecho, por varios días inclusive, dentro de nuestras escuelas y colegios para que esos jóvenes tengan una educación de calidad, y así, en su porvenir, conozcan nuestros errores y virtudes, en lugar de estar en la babia y ser completos desconocedores de nuestros vaivenes históricos.

Lo que hoy celebramos como Día Internacional de La Mujer es lo que estamos acostumbrados a leer en los escritos de sobre una huelga, que aconteció en Nueva York, en 1857, en la cual 129 obreras murieron después que los patrones hubieron incendiado la fábrica ocupada. La primera mención a esa huelga, aparece en el periódico del Partido Comunista Francés, en la víspera del 8 de marzo de 1955. Pero donde se fija esta fecha del 8 de marzo relacionada con esta huelga es en una publicación que apareció en Berlín, en la entonces República Democrática Alemana, de la Federación Internacional Democrática de las Mujeres. El boletín es de 1966. ¿Cómo se llegó a crear toda la historia de 1857? ¿Por qué aquel año? ¿Por qué en los EUA? La explicación, probablemente, es la combinación de casualidades, sin ninguna intención diabólica ni preestablecida. Así es como nacen todos los mitos. La canadiense Renée Côté investigó, durante diez años en todos los archivos de Europa, EUA y Canadá y no encontró ninguna pista de la huelga de 1857. Ni en los periódicos de la gran prensa de la época, ni en cualquier otra fuente de memorias de las luchas obreras. Ella afirma y reafirma que esa huelga nunca existió. Es un mito creado a causa de la confusión con las huelgas de 1910; de 1911, en los EUA; y 1917, en Rusia. Esa confusión se dio por motivos histórico-políticos, ideológicos y psicológicos.

En Estados Unidos, el Día de las Madres es el resultado de la iniciativa de una joven, Anna Jarvis, hija de Anna Reeves Jarvis, una activista comunitaria de Virginia Occidental, que hacia 1858 tuvo activa participación en la organización de las mujeres para trabajar en la mejora de la sanidad pública en las comunidades apalaches durante la Guerra Civil Estadounidense, colaborando también en el cuidado de los heridos de ambos lados de la contienda y, más tarde, organizando reuniones para que los antiguos enemigos se integraran y confraternizaran. Anna, que perdió a su madre en 1905, comenzó a enviar cartas a políticos, abogados y otras personas influyentes, solicitando que se consagrara Día de la Madre el segundo domingo de mayo (el cual algunos años coincidía con el aniversario de la muerte de su madre).

El Día de los Padres, igual que el de la madres, es también una iniciativa de una joven estadounidense llamada Sonora Smart Dodd. La señora Sonora Smart Dodd quería que existiera un día especial que honrara a su padre, Henry Jackson Smart, el cual fue un veterano de la guerra civil, que se convirtió en viudo cuando su esposa (la madre de la señora Dodd) murió en parto con su sexto niño. El padre de la señora Smart crió a todos sus hijos y mereció su reconocimiento de hija como padre ejemplar. El primer día del padre se celebró el 19 de junio de 1910 en Spokane, Washington. En 1924 el presidente Calvin Coolidge hizo el día del padre como una celebración nacional y finalmente en 1966 el presidente Lyndon Johnson firmó una proclamación presidencial que declaraba el tercer domingo de junio como día del padre.

Terminando con las reseñas e iniciativas históricas, todas provenientes de Estados Unidos por cierto, hacemos referencia al Día Internacional de la Juventud, el que se celebra en distintos países del mundo, desde que en 1998 la Asamblea General de las Naciones Unidas decidiera que el 12 de agosto fuese un día dedicado a los jóvenes. Se ha intentado que la conmemoración de esta fecha sirva de vehículo para la reflexión sobre los problemas de la juventud en el mundo; entre los que se citan la brecha que existe, en materia de educación, entre la juventud de las poblaciones rurales y urbanas.

Ahora bien, por qué no hay celebraciones o conmemoraciones a momentos históricos como los asociados a las batallas Fuente de Rodeo del 13 de marzo, 19 de marzo, 30 de marzo, del Memiso, la Estrelleta, Beler, Del Número, De Las Carreras, Santomé y muchas otras coligados a nuestra separación de Haití. Por qué no conocemos esas fechas. Por qué no hay lutos conmemorativos a fechas como 29 de noviembre y 28 de abril (primera y segunda ocupación estadounidense respectivamente). Por qué sólo conocemos dos o tres nombres asociados a la revolución y no tenemos idea de quienes fueron Vinicio Fernández Pérez, Giovanni Gutiérrez, Rafael Fernández Domínguez. Por qué el Día Internacional de la Mujer o el Día de las Madres no hace también homenaje a mujeres dominicanas como Aniana Vargas, a doña Edna Mur, Picky Lora, Ivelise Acevedo, las hermanas Vásquez Fernández, Rochi González, Cristinita Díaz, Gloria Acevedo, Xiomara Saladín, María Elena Muñoz, Norma Vásquez y sus hermanas, Cándida Oviedo, doña Andrea, Lida Pelegrín, Ana Silvia Reynoso, Queyita Santos Josefina, Rosalba Paniagua, Tomasina Cabral, Asela Morel, Josefina Padilla viuda Sánchez, Dulce Tejada de Álvarez, Miriam Morales y Fe Violeta Ortega Guzmán, todas éstas luchadoras o guerrilleras o feroces opositoras al régimen trujillista.

Le dejo a usted que se forje un juicio de valores y que quizá pueda responderme a esta interrogante. En verdad les digo que durante muchos años he tenido demasiadas cuestionantes al respecto, y casi ninguna respuesta válida y apropiada como solución.

1 comentario:

Nathalie dijo...

Tienes toda la razón, es increíble que este mas presente en la mente de los ciudadanos los días festivos por ser no laborables y no por el significado histórico del mismo. Esto sin contar con el fenómeno de la globalizacion que va arropando a nuestra juventud, como es el caso de Halloween que cada ves esta mas arraigada en la agenda de actividades de las principales discotecas, bares y hasta en el las escuelas, según me han contado.